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martes, 8 de junio de 2010

La luz

La temperatura de los colores es muy importante.
No es broma. Cada color tiene su temperatura. Esto podemos observarlo viendo a un herrero sacar una pieza de hierro del fuego. Si el hierro aún no esta demasiado caliente, tendrá un color rojizo, pero si está "al rojo vivo", tendrá un color casi blanco. El arco de fundición de la soldadura eléctrica, que brilla con un azul fantástico, tiene una temperatura aún mayor.
Las películas están diseñadas para fotografiar ciertas temperaturas de color. Aunque actualmente los fabricantes permiten una cota de temperaturas bastante amplia, antes, teníamos que jugar con esto, dependiendo del tipo de fotografía que íbamos a realizar. De todas formas, este dato suele venir impreso en la caja de la película.
Debemos tener en cuenta, que la película en color, expuesta y revelada adecuadamente, reproduce los colores de la naturaleza con total objetividad, mientras que nuestra vista, a través de la capacidad del recuerdo, falsea los colores objetivos.
La película registra exactamente la variación de la intensidad de la luz del sol, en el transcurso del día, la estación del año, el clima y la altitud.
Durante el día
Veamos el transcurso del día:
Por la mañana: el sol todavía no ha salido por encima del horizonte. El cielo está de color amarillo rojizo. Para nosotros el cielo está envuelto en un vapor gris y blanco. Pero este gris blanco no puede ser otra cosa que la luz reflejada del sol desde el cielo azul hacia nosotros. Por eso la película registrará este momento como azul.
Salida del sol: Unos instantes después, tendremos la iluminación fotográfica mas hermosa que existe. Los reflejos azules del cielo casi han desaparecido, y el sol inclinado, ilumina la tierra con una luz cálida dorada. Incluso las paredes blancas, tienen ahora una coloración amarillenta. La naturaleza y el follaje, reciben ahora una tonalidad más cálida. Existe un contraste perfecto entre el cielo azul y dichas tonalidades terrestres.
Mañana: El sol ha seguido subiendo, los reflejos del cielo se acrecientan y aumenta el azul en la luz del sol. Los colores cálidos y fríos están equilibrados. Ya no tenemos una iluminación tan hermosa, pero si la mejor, ya que la mayoría de las películas están diseñadas para esta iluminación. Todos los colores se reproducen ahora con toda naturalidad. A esta hora las fotos siempre salen bien.
Mediodía: Cuanto más sube el sol, mayor es la radiación azul que se desprende de todas partes, incluso de las más recónditas sombras. En esta posición del sol siempre tendremos un toque azul en nuestras fotos. Un horrible toque azul. Este toque azul es una cuestión de la iluminación, no de la calidad de la película. Es ahora cuando debemos guardar la cámara, y no volver a sacarla hasta que el sol haya traspasado el cenit.
Tarde: Ahora la composición y la temperatura de los colores, es similar a la de la mañana, con la única diferencia de que se han almacenado en la atmósfera, a lo largo del día, partículas de polvo y de vapor que aminoran la fuerza de iluminación de los colores lejanos. Es por tanto la mejor hora para tomas cercanas, al contrario que la mañana es mejor para tomas lejanas.
Puesta de sol: Es la hora de las fotos románticas. Las condiciones de color son semejantes a las del amanecer, con la diferencia de que las partículas de la atmósfera suavizan los contrastes y retienen la coloración azul de las sombras. El mundo aparece de un bonito color rojo-amarillento.
Atención a los reflejos
El cielo es una gran superficie azul que lanza sus reflejos en todas direcciones.
Es por esto que todas aquellas fotografías tomadas con el cielo descubierto, tendrán una fea tonalidad azul reflejada por todas las superficies. Yo por tanto, siempre digo que el tiempo ideal para la fotografía no es con cielo azul totalmente descubierto, sino cubierto de densas nubes blancas, que aminoran los reflejos azules, y hacen aparecer los colores tal y como nosotros los percibimos en la realidad. La mejor iluminación es la del sol atravesando un hueco entre nubes muy densas. Pero no podemos disponer casi nunca de esta situación ideal .
Los molestos efectos de reflejo producidos por superficies brillantes, se pueden eliminar con un filtro polarizador, como ya fue explicado en la sección de accesorios.

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